La pequeña de las Pitiusas es una opción inmejorable para una escapada durante los días más emocionales y de mayor fervor del año. En pareja, en familia o con amigos, Formentera es apetecible para vivir un viaje en el que los sentimientos llegarán a estar a flor de piel por todo lo que hay que vivir en este rincón mágico del Mediterráneo. Esta pequeña isla te invita a conocerla y vivirla sin renunciar a las tradiciones y creencias más personales e intimas del viajero.
Deporte, folklore y gastronomía. Tres alicientes de peso para disfrutar de una isla que cambia en cada estación, ofreciendo siempre experiencias únicas y regalando al viajero momentos que se llevan consigo. Desde festivales folklóricos, pasando por regatas de vela y carreras, en Formentera la actividad no cesa nunca.Con planes para toda la familia, la pequeña de las Pitiusas es la opción número uno para escaparse este mes y dar la bienvenida a la primavera.
‘La Formentera que tú eliges’ es el lema elegido por el Consell Insular para acudir a FITUR 2024. La intención es mostrar las diferentes caras de la isla y lo mucho que puede ofrecer al viajero que busque sol, playa, naturaleza, deporte, cultura, historia, gastronomía, etc. Es también un reclamo para todo tipo de público, ya sean parejas, familias o turismo senior.
En Formentera la historia se funde con el paisaje, donde cinco torres de defensa emergen altivas para otear el horizonte marino. Fueron construidas en el siglo XVIII para vigilar las incursiones de piratas berberiscos procedentes del norte africano que saqueaban las costas mediterráneas. Visitar cada una de ellas supone también un interesante motivo para disfrutar del litoral de la menor de las Pitiusas en un viaje cultural y emocional de tres siglos en el tiempo.
Una escapada con motivo del Día de Todos los Santos, o Halloween para los anglosajones, puede ser la excusa perfecta para seguir disfrutando del ‘último paraíso del Mediterráneo’ en pleno otoño. Porque en la menor de las Pitiusas no hay muchos vampiros ni momias, pero a lo mejor sí espíritus de otras épocas que fluyen por nuestro pensamiento cuando visitamos las milenarias piedras de un patrimonio arqueológico eclipsado en verano por playas de aguas cristalinas.
Tras un verano que nos ha deparado sorpresa tras sorpresa, noches eternas, anécdotas y mil historias para el recuerdo, aún queda un cierto regusto, una cierta resistencia a asumir que el otoño ha llegado con sus atardeceres llenándolo todo con su luz tan característica. Lejos de resignarnos, ¿por qué no regalarnos esa última escapada a un lugar de ensueño y disfrutar mientras se pueda de toda la inmensidad del mar?
Todo viajero que empieza a otear el puerto de La Savina en su llegada desde Ibiza, ya comienza a imaginar su estancia en la isla: calas de impresión; decenas de rutas verdes en las que dejarse llevar por la naturaleza; atardeceres en sus icónicos faros de La Mola y Cap de Barbaria; sus mercadillos; sus gentes... Y, sí, también su cocina. Formentera puede presumir de tener una gastronomía con identidad propia, auspiciada por un producto local de primer nivel.
El último paraíso del mediterráneo consigue la certificación Destino Turístico Starlight, un título que acredita que Formentera es un lugar idílico que permite disfrutar de la inmensidad del cielo sin contaminación lumínica y contemplar el firmamento lleno de estrellas. Una actividad única para evadirse de la rutina diaria y conocer un poco más el mundo que nos rodea.
Formentera no necesita presentación. La hermosa isla mediterránea del archipiélago balear es pequeña en tamaño, pero muy grande en atractivos y encantos naturales y playas de aguas cristalinas, lo que la convierte en un destino muy popular. Recorrerla en moto es considerado por muchos la mejor opción para explorar sus maravillas.
Por primera vez en su historia, la revista Viajes National Geographic ha convocado unos premios a los mejores destinos del mundo. Los finalistas comparten valores como la innovación, la sostenibilidad a todos los niveles o la apuesta por un turismo no invasivo. Formentera, como mejor destino de playa del año 2023 representa a la perfección estos valores.
Formentera no solo es el ‘ultimo paraíso del Mediterráneo’; también es un auténtico ‘laboratorio de sostenibilidad’ por la apuesta que lleva haciendo desde hace unos años por la sostenibilidad, manteniendo ese equilibrio natural y emocional que tanto cautiva al visitante. Una apuesta no solo medioambiental, sino también económica, social y cultural que le ha valido el Premio al mejor ‘Destino Sostenible de Costa’ en la 2ª edición de los Premios VIAJAR.
Viajar con hijos –sobre todo si son pequeños– puede convertirse en una ‘tortura’ para muchos padres a la hora de convencerles para visitar lugares patrimoniales o naturales que quizá a ellos les atraen menos que las playas. ¿Cómo lograrlo? Formentera ha dado con la clave: ¡Jugando! Siguiendo las diez pistas de su ‘Gincana familiar’ descubrirán una decena de los más importantes lugares de la menor de las Pitiusas.
Del mar a la tierra y, alzando la vista… ¡al cielo! Menuda en tamaño, pero grande en emociones, la menor de las Pitiusas no tiene límites a la hora de experimentar con los cinco sentidos. En plena primavera, ofrece una escapada sideral con ‘Formentera Astronómica’, un apasionante weekend con talleres infantiles, telescopios y fotografía nocturna, además de cenas temáticas y observación de estrellas. ¿Preparados para despegar?
Hace tres siglos Formentera era conocida como la ‘isla del trigo'. Y es que –a sus paradisíacas playas de aguas cristalinas, sus dos mágicos faros y su salvaje entorno que tanto atrapan al visitante– une media docena de molinos de viento perfectamente integrados en su paisaje. Forman parte del patrimonio etnográfico de la menor de las Pitiusas y son testimonio de la importancia que tuvo el trigo, para obtener el pan. Un paseo para descubrirlos es otra manera de inhalar la más pura esencia rural de una isla respetuosa con el medio ambiente.
Por su salvaje belleza, Formentera es el escenario ideal para dar rienda suelta a la pasión por la fotografía. Y si a ello le unimos seis talleres y once ponencias en los que descubrir todos los secretos del apasionante mundo de la imagen, el cóctel experiencial roza lo sublime. Este año, el Puente del Pilar puede ser la excusa perfecta para una escapada a esta isla balear y disfrutarla de una manera diferente.
Esta isla balear es pequeña en dimensiones, pero enorme en belleza. Conocerla es amarla, por ese motivo el sol nunca quiere alejarse demasiado de este pequeño trocito de paraíso. Con sus poco más de 80 kilómetros cuadrados, es un territorio amable que se recorre fácilmente. Abundan las playas y pequeñas calas de aguas azul turquesa rodeadas del verde intenso que les proporciona la rica vegetación.
Historia, cultura, arte, naturaleza, todo esto y mucho más tenemos la inmensa suerte de tenerlo en nuestro país. Repartido en los más de 8.000 municipios que conforman España encontramos algunos de los rincones con más encanto que uno se puede imaginar y que están esperando a ser descubiertos; ya sean villas medievales, pueblos de pescadores o aldeas cerca de las cumbres más altas de los Pirineos todos tienen algo que ofrecernos.
Un fascinante espejo natural que refleja los cambios cromáticos de cada momento del día sorprende a quienes se lanzan a disfrutar de las playas del norte de Formentera, entre ellas la mítica Ses Illetes. Historia, naturaleza y economía se fusionan en esta geométrica zona de estanques donde cristaliza la sal hasta alcanzar su mágico tono rosado. Es la parte más fotogénica de un Parque Natural que, en la menor de las Pitiusas, engloba también sus dos lagunas.
Año nuevo, vida nueva. Más allá de cualquier tópico, es el gran deseo con el que todos iniciamos un nuevo periplo vital. Y en este recién estrenado 2021 mucho más si cabe tras el durísimo año anterior, marcado para siempre por la pandemia. ¿Dónde volver a recuperar la ilusión? En un lugar puro por naturaleza, un paraíso cercano, un oasis de paz y relajación mecido en las tranquilas aguas del Mediterráno. Un lugar... como Formentera. Estas son las 10 pistas para disfrutar intensamente de esta isla balear.
¿De vinos en Formentera? Pues… ¡claro que sí! La menor de las Pitiusas no solo cautiva por sus atractivos naturales (playas y calas, rutas verdes, birding…); la gastronomía es también plato fuerte de sus valores turísticos; y en ella cobran protagonismo los vinos. Dos bodegas –Cap de Barbaria, al sudoeste, y Terramoll, en el altiplano de la Mola, ambas del año 2000– hacen que los amantes del enoturismo también puedan disfrutar del mismo entre chapuzón y chapuzón, saboreando los peculiares vinos que produce la isla. ¡Salud!