Los colosos de roca de Meteora y sus monasterios casi celestiales

Meteora, en la llanura de Tesalia, es un lugar del mundo muy especial, uno de esos destinos que nos gustaría visitar al menos una vez en la vida
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Quizás asomarnos a los mastodónticos pináculos de roca de Meteora no sea una actividad apta para aquellos que sufren de vértigo, pero las magníficas vistas que se alcanzan desde las alturas seguro que nos animan a hacer un esfuerzo y superar nuestros miedos para disfrutar de unos paisajes impresionantes.

Estamos en unas elevadas y espectaculares formaciones geológicas ubicadas al norte de Grecia, en la llanura de Tesalia, que quedaron al descubierto cuando disminuyó el nivel del mar en ese punto del planeta. En muchas de sus paredes rocosas pueden apreciarse grandes orificios que en su día fueron habitados por trogloditas.

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No sólo nos sorprende el paisaje visto desde la vertiginosa altura de estos colosos de piedra. Los monasterios que coronan y casi parecen colgar de estas formaciones rocosas nos dejarán también boquiabiertos. Hasta que a principios del siglo pasado se tallaron escaleras en la roca, el acceso a estas construcciones era tarea complicada y sólo posible a través de poleas y mecanismos similares. Actualmente, la zona dispone de caminos y senderos que afortunadamente nos facilitan la labor.

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Los Monasterios de Meteora comenzaron a construirse en el siglo XIV y no podemos ni imaginar en qué condiciones y mediante qué mecanismos eran transportados hasta las cumbres los materiales con los que fueron levantados. En un origen servían de lugar de retiro a ascetas y ermitaños. En la actualidad sólo funcionan seis de la veintena que llegaron a estar en activo. El Gran Meteoro es el de mayores dimensiones, como podemos deducir por su nombre, y uno de los más espectaculares. Su interior es claro y espacioso y muestra magníficos frescos muy bien conservados.

Si queremos alojarnos por la zona, los servicios más cercanos se concentran en los principales núcleos de población de Meteora: Kalambaka y Kastraki. Allí podemos hospedarnos y degustar genuinas moussakas y otras delicias de la gastronomía griega.

En el año 1988 el conjunto de Monasterios de Meteora fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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Revista Viajes y Lugares

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