Nos acercamos a las Montañas Rocosas de Canadá, formaciones perfiladas por numerosas glaciaciones que nos esperan dibujando un paisaje fascinante. Estamos en uno de los 41 parques nacionales del país: el Parque Nacional Yoho. No es el espacio natural canadiense protegido más grande, pero sí que es un territorio que nos regala paisajes para soñar. Nos lanzamos al encuentro de impresionantes cascadas, montañas y lagos.
La pequeña localidad de Field, la única del parque, nos invita a hacer una parada y contemplar sus bellas casitas de madera que se funden con el paisaje. Estamos en el lugar ideal para proveernos de todo lo necesario para comenzar nuestra aventura por este territorio privilegiado.
Lago Esmeralda
Su nombre no es casual. Las bellas tonalidades turquesa de las aguas de este lago delatan el motivo de haber sido bautizado como ‘esmeralda’. Es uno de los más grandes de la provincia de Alberta. El lago suele congelarse durante los fríos meses de invierno, por lo que debemos esperar a la llegada del sol para poder contemplarlo en todo su esplendor.
Toda la belleza del entorno aparece reflejada en el agua del lago, creando una imagen casi pictórica. Recorrer el lago Esmeralda en Kayak o bordearlo practicando senderismo son algunas de las opciones que nos ofrece el lugar.
Cascada Takakkaw
La mayor caída de agua de Yoho y, quizás, también la más espectacular. Emociona el gran estruendo ensordecedor del agua al caer los más de 300 metros de altura que tiene esta fascinante catarata, una de las más altas del mundo.
A medida que nos vamos acercando a Takakkaw resulta más difícil permanecer secos. De hecho, lo más probable es que los millones de pequeñas gotas que se escapan del gran brazo de agua nos acaben empapando.
Burgess Shale
Estamos en una impresionante formación geológica célebre por sus fósiles. Este yacimiento, descubierto a principios del siglo XX, es uno de los lugares del mundo que más interés genera entre los paleontólogos. Con más de 500 millones de años de existencia, aquí se localizan numerosos fósiles marinos que delatan que en el pasado este lugar estaba cubierto por el agua del mar.
Además de su valor científico, la belleza del yacimiento es innegable. Es un tesoro natural del que no hemos de marcharnos sin pasearlo.
Cataratas Wapta
Aquí no llama la atención la altura, sino la anchura de este salto de agua que también nos invade con un ensordecedor estruendo. La contemplación del paisaje en este punto de Yoho es una de las mejores actividades que podemos practicar, pero no es la única.
El lugar nos ofrece una pequeña ruta, bastante plana y sencilla de realizar. Una caminata agradable, en la que invertimos cerca de media hora, acompañados por el sonido del río y la visión increíble de las inmensas montañas.
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