El Águila de Atlántida

En un balneario situado a 50 kilómetros de Montevideo se encuentra esta curiosa construcción de gran atracción turística
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Llevamos veinte minutos de caminata por la playa esquivando aguas vivas a la hora en la que todo se tiñe de color ocre y dorado. Arena, arena y, más allá, arena bañada por el Río de la Plata. Seca, blanca, fina y tibia. Estamos en un balneario con mucha forestación salvaje y altos barrancos. Dicen que Pablo Neruda se hospedó aquí una temporada.

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Antes de acelerar súbitamente el paso, Oli y Simón sacan sus bitácoras de las mochilas y esbozan unos dibujos y algunas letras: “¡Oli, Oli, Oli…, es igualita a la foto del libro de papá!”.

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A nuestra izquierda el mar verde con poco oleaje, en el horizonte el atardecer y hacia la derecha, en el medio de un pequeño bosque de pinos nativos, sobre un acantilado, podemos ver la construcción de piedra. Cabeza de águila y cuerpo de delfín. Una zigzagueante escalera de madera y juncos nos permite el acceso desde la playa a este extraño monumento edificado en 1945 en Atlántida. Esta pequeña ciudad costera del departamento de Canelones conserva aún playas vírgenes de acceso a pie por la costa. Es considerada la capital turística de la Costa de Oro por su vida nocturna y cultural.

Los enormes ojos del “Nido del Águila” o “la casa del Águila” son las ventanas de la sala de estar. No podemos entrar. Se encuentra cerrada. La Quimera, esta obra donde actualmente funciona un centro de exposiciones y eventos, fue confeccionada por Juan Torres en la década del 40  y perteneció al italiano Natalio Michelizzi. Dos versiones circulan sobre el origen de El Águila. La primera es que se ideó como una gruta para la Virgen. La segunda tiene connotaciones históricas nazis. Un águila sobre un acantilado en 1945, post segunda guerra mundial, y en una zona de conocidos desembarcos.

Lo cierto es que es un hermoso paseo para realizar a la hora el atardecer. Una caminata única por arena tibia rodeados de vegetación autóctona. Un momento para agradecer. 

Artículo de Sofi Solari Adot, pasajera en Los Feippe, familia viajera.

1 Comentarios

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Ahhh (suspiro) que hermoso lugar, gracias por compartirlo, dan ganas de rutear, leyéndolos!!!

escrito por Lula 20/may/20    15:37

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