Viajar, hacer deporte y conectar con la naturaleza, sin renunciar a la comodidad ni a la aventura. Ya no se trata solo de recorrer kilómetros, sino de vivir experiencias únicas al aire libre, con total flexibilidad y sin depender de hoteles ni reservas fijas. Dormir frente al inicio de una ruta de senderismo, pedalear hasta el atardecer o correr entre montañas alpinas: el viaje en camper permite improvisar, alargar etapas o cambiar de rumbo si el tiempo lo exige.
Con 233 playas certificadas con Bandera Azul y más de 300 días de sol al año, esta joya de la Riviera turca combina lujo, sostenibilidad y naturaleza en un entorno paradisíaco. Antalya es el destino perfecto para relajarse en playas de arena dorada y aguas cristalinas, practicar deportes como el buceo o el windsurf, o disfrutar del mejor marisco del Mediterráneo.
Candelario, un pintoresco pueblo en la provincia de Salamanca a los pies de la Sierra del mismo nombre, es conocido por su arquitectura tradicional que sobrevive al paso de los años. Candelario ha sabido mantener casi intacta la arquitectura típica de las casas chacineras de tres plantas donde predominan piedra y madera.
Ubicado en el corazón de la provincia de Cádiz, se encuentra una fortaleza con más de 500 años de historia que destaca por su imponente arquitectura edificada por la ilustre Casa de Medina Sidonia. El Castillo de Santiago combina legado histórico con innovación tecnológica, posicionándose como un destino turístico de vanguardia.
En un mundo cada vez más interconectado, donde el bullicio de las grandes ciudades a menudo eclipsa la serenidad de la vida rural, ha emergido una tendencia vacacional insospechada: el refugio en pueblecitos con encanto. Estos pueblecitos, con sus villas medievales, pintorescos pueblos de pescadores y tradicionales asentamientos de interior, brindan una oportunidad para reconectar con la tranquilidad en medio del acelerado día a día.
Este mes de mayo, Quito rompe las paredes de sus museos y convierte toda la ciudad en un escenario vivo de arte, historia y cultura. En conmemoración del Día Internacional de los Museos, la capital ecuatoriana lanza una ambiciosa agenda con más de 200 actividades en más de 60 espacios culturales, consolidándose como una de las celebraciones patrimoniales más grandes de América Latina.
En la campiña baenense, entre campos de olivos bañados por el sol, se extiende un paisaje marcado por un legado milenario: la sal. Baena ha vivido siempre bajo su influjo, un recurso que brota de la tierra como testimonio de antiguos mares desaparecidos. Aquí, el blanco de las salinas no es solo un color, sino el reflejo de un oficio que ha moldeado la identidad de esta tierra, sostenido por generaciones de salineros.
Las Islas de Tahiti son un espectáculo natural, donde cada paisaje parece creado para ser inmortalizado. Entre sus 118 islas, destacan cinco lugares únicos que combinan belleza escénica, autenticidad y una atmósfera irresistible para cualquier amante de la fotografía. Desde bungalós flotantes sobre aguas turquesa hasta acantilados volcánicos y santuarios de aves, estos rincones concentran la esencia visual y emocional de la Polinesia Francesa.
El Castillo de Valderrobres ha sido, desde su construcción en el siglo XIV hasta su restauración, ya en el siglo XXI, testigo de la evolución del territorio y un espacio único donde confluyen el arte, la historia y la cultura. A ello, en este municipio se suma la primera cámara oscura de Aragón, un atractivo singular que permite descubrir esta joya medieval desde una perspectiva inédita.
Sant Josep de sa Talaia, la localidad ibicenca con impresionantes atardeceres y la más salinera de Ibiza, reúne algunas de las paradas imprescindibles para sacar las fotos más bonitas de la isla. Lugares en los que admirar singulares paisajes, contemplar espectaculares caprichos de la naturaleza y encontrar originales creaciones artísticas que se convierten en escenarios ideales para capturar momentos inolvidables de este verano.