El paisaje protegido de la Costa de Acentejo (Tenerife), que me acompaña en esta breve exploración, es el lugar elegido por aves que solo tocan tierra para criar, como pardelas y petreles. La vegetación es asombrosa, feraz, jugosa. La profusión de flores que crecen a su aire es increíble. Varias cuevas dieron asilo a enterramientos aborígenes, como la cueva de los Caninos.
En un rincón remoto del océano, a tan solo 40 kilómetros de la glamurosa Bora Bora, se encuentra una joya escondida que desafía el ritmo del turismo moderno. Maupiti, la isla más pequeña del archipiélago de las Islas de la Sociedad se revela ante los ojos del viajero como un lugar donde la vida fluye sin prisas, al ritmo pausado de las mareas y las costumbres locales, donde la vida sigue el compás sereno de la naturaleza y las tradiciones polinesias permanecen intactas.
El sultán Selim I, que gobernó el imperio Otomano entre 1512 y 1520, recibió los apelativos de “el Valiente y “el Cruel”. Durante su reinado dedicó sus fuerzas a guerrear y ampliar el territorio del imperio. Poco tiempo tuvo para la arquitectura y las bellas artes, aunque fue un reputado poeta. Su memoria fue exaltada por su heredero con varias mezquitas.
En el extremo noroeste de Tailandia, abrazada por las ondulantes colinas de la cordillera de Shan y cerca de la frontera con Myanmar, se encuentra una provincia que a menudo escapa a los focos del turismo masivo: Mae Hong Son. Conocida como la "región de las tres nieblas" por su clima brumoso, este territorio es un santuario para aquellos que buscan una experiencia tailandesa más auténtica, serena y enraizada en la cultura y la naturaleza.
En el corazón verde de Italia, donde las colinas onduladas se encuentran con la historia, se alza Perugia, una ciudad que cautiva con su encanto medieval y su vibrante energía. Capital de la región de Umbría, Perugia, conocida como "la ciudad de chocolate", es un destino que invita a perderse en sus callejuelas empedradas, descubrir tesoros artísticos y saborear la auténtica vida italiana.
Me asomo al mirador de San Pedro y vivo una explosión de sentimientos. A mis pies se despliega una extensa platanera que rodea varias casas. El azul profundo lo busco en el horizonte. Los barrancos derrochan cuestas que van a parar al mar con sugestivos farallones que causan respeto. Forman pequeñas calas, entrantes, puntas soberanas hacia Garachico, al oeste, o hacia el Puerto de la Cruz, por el este.
La época estival es el período elegido por los viajeros para acercarse a las costas y disfrutar de un agradable baño y, si la ocasión y el terreno lo amerita, llevarse una bella postal de recuerdo. De estas, en la Ría da Estrela las hay a decenas. Pero también hay otros rincones más peculiares, quizás fuera del radar de muchos bañistas de toalla al hombro y nevera. En Galicia, en la más alta de las Rías Baixas tienes aún muchos secretos que descubrir.
La calle Divan Yolu goza de una animación especial durante casi todo el día. Por la noche, sus tiendas permanecen abiertas y sus luces iluminan las aceras. Por la mañana, los visitantes de Estambul se afanan en seguir a su guía o consultar sus planos, o Google Maps. Su destino suele ser la plaza Sultanahmet, con Santa Sofía y la Mezquita Azul, para continuar hacia el palacio de Topkapi.
Hay islas que se rinden al sol y al mar. Menorca, en cambio, decidió resistir. Con elegancia, con firmeza, con esa sobriedad mediterránea que la hace única. Aquí, cada torre vigía es un verso en piedra, cada castillo un capítulo de una epopeya escrita entre invasiones y mareas. Tres castillos. Quince torres. Dos bastiones. Un portal. Cuatro museos. Menorca despliega su historia militar como un mapa que ofrece itinerarios de belleza.
Ubicada en la costa norte de Perú, Chiclayo lleva años consolidándose como un destino clave para el turismo cultural, arqueológico y natural del país. Su combinación de legado ancestral, tradiciones y hospitalidad local la han convertido en una ciudad admirada por viajeros y especialistas. Ese reconocimiento ha cobrado una nueva dimensión tras el recuerdo que el papa León XIV le dedicó en su primer discurso como pontífice.