Bora Bora, un edén en la Tierra

Con tan solo ver alguna foto de este increíble destino, dan ganas de teletransportarse a las paradisíacas playas de este exótico y exclusivo destino ubicado en la Polinesia Francesa, específicamente en el continente de Oceanía; en mitad de camino de Estados Unidos hacía Australia. 

Su ubicación no es en Francia, es un territorio francés de ultramar que no forma parte de la Unión Europea. Su nombre en polinesio significa “lugar creado por los dioses”.

Este destino paradisiaco es conocido como la “perla del pacífico”, por ser un atolón ya que se formó a partir de un volcán apagado, rodeado por una laguna y una franja de arrecife. El mismo está rodeado de motus, pequeños islotes. 

Una de las grandes maravillas naturales que tiene esta isla del pacífico es el Monte Otemanu, una montaña cubierta de verde ubicada al centro de la isla y una de las postales del destino, es parte de sus atractivos con 727 m de altura; cerca de allí está el monte Pahia, de 661 m, una belleza natural que también adorna este hermoso lugar. 

El idioma francés y el tahitiano son las principales lenguas que hablan los habitantes en Bora Bora, aún así al ser un destino que se ha consolidado gracias a la recepción de turistas, las personas también suelen tener conocimientos de inglés. 

La mejor época para visitar esta isla perfecta es entre noviembre y marzo. Sin importar en qué lugar del mundo estés, vas a tener que llegar primero a Tahití, la capital de la Polinesia Francesa, para luego tomar un vuelo interinsular a esta pequeña isla. 

Los enamorados de todo el mundo sueñan con visitar este destino y los recién casados recomiendan este spot  para pasar una luna de miel en modernos bungalós ubicados sobre pilotes y villas flotantes con acceso directo al océano y, desde sus terrazas, nos regalan las impresionantes vistas de unas puestas de sol que quitan el aliento. Estos bungalós tienen salida hacia el mar directo y hasta una mesita para que veas los diferentes tiburones, peces, rocas y algas marinas desde la comodidad de tu habitación; además el desayuno pueden llevártelo en canoa con vestuario típico hasta tu habitación. 

Esta isla alberga playa Matira, la única playa pública que ha sido seleccionada entre las más bellas del mundo por el canal de televisión estadounidense CNN en 2013. Situada en el lado occidental, esta preciosa playa ofrece sombra natural de palmeras, te permite nadar de forma segura y practicar de manera fácil el buceo en aguas protegidas, ubicada a poca distancia de varios hoteles cinco estrellas de lujo. 

Una de las grandes experiencias para disfrutar en Bora Bora es practicar snorkel y nadar con mantarrayas, rayas, tiburones y más de mil especies de la fauna vida marina; además podrás contemplar un extenso jardín de corales de todo tipo de colores, formas y tamaños que te dejaran hipnotizado de tanta variedad y belleza. 

Pasear en helicóptero es sin duda la forma más asombrosa de conocer el atolón. Sin embargo, te doy un super tip: Cuando vueles hacia Bora Bora, asegúrate de escoger tu asiento en las filas de la derecha del avión, de esta manera, podrás ver el atolón desde los cielos y contemplar lo maravilloso que es, además retratar fotos de postal sin necesidad de ningún filtro. 

Otra de las actividades que debes hacer es contemplar un show de baile típico polinesio en donde una tribu local bailara con trajes y ropajes coloridos y autóctonos al son de ritmos tribales. 

Para los viajeros con paladar explorador, les encantará la gastronomía local ya que la cocina de la Polinesia Francesa es una cocina natural compuesta por productos frescos de sabores exóticos que ha sabido adaptarse a los gustos y costumbres de los visitantes. 

Los europeos y asiáticos, aportaron su toque culinario y sus especias, transformando los platos en combinaciones inéditas. En las islas de la Polinesia Francesa, es el pescado crudo "à la tahitienne" el que merece todos los honores. El atún, el salmón o los peces locales  se cortan en dados y se preparan con zumo de limón y leche de coco. Se marinan durante unos minutos antes de servirlos frescos.