Ibiza es una isla que se destaca como un destino de ensueño para aquellos que buscan sol, playas espectaculares, una vida nocturna vibrante y una rica historia cultural. Con su combinación única de hermosos paisajes, aguas cristalinas y una atmósfera relajada, Ibiza se ha ganado un lugar especial en los corazones de los viajeros de todo el mundo.
Mallorca es una isla reconocida por su vibrante y diversa escena gastronómica. Con su reputación como paraíso gastronómico, Mallorca ofrece una gran variedad de sabores, ingredientes y tradiciones culinarias que cautivan y seducen. Desde los exquisitos mariscos frescos hasta las aromáticas hierbas mediterráneas, la cocina mallorquina exhibe una notable mezcla de influencias de las tradiciones culinarias mediterráneas, españolas y árabes.
Formentera no necesita presentación. La hermosa isla mediterránea del archipiélago balear es pequeña en tamaño, pero muy grande en atractivos y encantos naturales y playas de aguas cristalinas, lo que la convierte en un destino muy popular. Recorrerla en moto es considerado por muchos la mejor opción para explorar sus maravillas.
Con más de 500km de costa, la mayor de las Islas Baleares ostenta uno de los paisajes marítimos más paradisíacos de España. Entre aguas cristalinas, montañas de roca viva y encantadores pueblos, Mallorca atrae un promedio de más de 1,9 millones de turistas por año. Del puerto de Sóller al de Alcudia, pasando por la belleza de Artà, Valldemossa y Deià, su geografía es un espejismo palpable a tan sólo 87km de nuestra Península.
¿Con ganas de irte de viaje el próximo fin de semana? ¿Estás pensando en disfrutar del ambiente de Ibiza en tus próximas vacaciones? Cada vez son más las personas que deciden acudir a este destino turístico tan característico por su ambiente de fiesta y los numerosos festivales de música que se celebran allí. Uno de los lugares que no puedes perderte es la bahía de San Antonio.
Empieza la cuenta atrás. Tras años de espera, por fin Menorca va a conocer este 2023 si la ‘Menorca Talayótica’ es considerada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Una deuda con una isla que durante siglos ha conservado, protegido y difundido un legado de valor incalculable. Forma parte de la seña identidad del pueblo menorquín y sobrecoge a cuantos visitan y se dejan llevar por estos monumentos excepcionales, algunos de ellos únicos en el mundo.
Ibiza ofrece una escapada fascinante y cuenta con posibilidades para todos los gustos. Es famosa por su vibrante vida nocturna y por ser uno de los principales destinos turísticos de Europa para la fiesta y la diversión. Pero también es conocida por su ambiente relajado y su estilo de vida bohemio, por sus playas de aguas cristalinas, por su historia y por sus espectaculares puestas de sol.
Palma de Mallorca cuenta con una amplia y variada oferta de bares y restaurantes en los que degustar lo mejor de la cocina nacional e internacional. Asimismo, su red de mercados municipales, cada uno con personalidad propia, apelan a todos los sentidos, por su color, su ambiente, su olor y sus delicias culinarias. En ellos, la mezcla de vecinos con turistas, de amigos que degustan vinos o cervezas con los que vienen a comprar para cocinar luego en casa, es insuperable.
Estrenado ya el nuevo año, la isla balear emerge del Mediterráneo como ese paraíso con el que sueña todo viajero. Reserva de Biosfera desde hace tres décadas, destino Starligh, isla del deporte, Región Europea de Gastronomía, mil y una calas y playas para todos los gustos, ciudades y pueblos con encanto, una ruta senderista cargada de historia… y una cultura talayótica única en el mundo, candidata a convertirse en Patrimonio Mundial.
La isla de Mallorca es uno de los tesoros naturales más bonitos de España y del Mediterráneo. Un lugar plagado de playas y calas, de núcleos urbanos llenos de historia y tradiciones y de un clima realmente interesante para disfrutar durante gran parte del año. Viajar a Mallorca siempre es una escapada maravillosa sea cual sea el plan, pero también hay formas de visitar la isla desde otra perspectiva, lejos de las masificaciones y rodeados de naturaleza en estado puro.
Viajar con hijos –sobre todo si son pequeños– puede convertirse en una ‘tortura’ para muchos padres a la hora de convencerles para visitar lugares patrimoniales o naturales que quizá a ellos les atraen menos que las playas. ¿Cómo lograrlo? Formentera ha dado con la clave: ¡Jugando! Siguiendo las diez pistas de su ‘Gincana familiar’ descubrirán una decena de los más importantes lugares de la menor de las Pitiusas.
Ibiza tiene la reputación de ser la isla más fiestera del mediterráneo, con sus conocidas discotecas y variada vida nocturna. Sin embargo, la isla balear tiene mucho más que ofrecer, especialmente para las familias que buscan unos días de descanso y relajación. Aunque se puede hacer turismo familiar y disfrutar de actividades con niños por toda la isla, Santa Eulalia es considerada la zona más familiar y tranquila de Ibiza.
¿Buscando unas vacaciones distintas? Para los más aventureros, Mallorca se presenta como una perfecta alternativa donde disfrutar de la naturaleza; donde hacer todas esas actividades con las que te lo pasas bien. La isla, cargada de entornos en los que disfrutar del aire libre, es mucho más que esas playas que tanto gustan a los turistas. En la Sierra de Tramuntana son muchos los rincones en los que podemos pararnos a disfrutar de un espectáculo único.
Situado entre dos cadenas montañosas, la Serra de Tramuntana y la Serra de Llevant, se encuentra Es Pla, zona agrícola por excelencia donde emergen campanarios y típicas casas de piedra que reflejan una pura esencia de Mallorca. Con sus campos de cultivo y sus pequeños pueblos de interior, esta comarca ofrece cultura, tradición e historia. Calles que se llenan de calma, convirtiéndose en el entorno ideal para todos aquellos que buscan tranquilidad.
Junio es el mes perfecto para visitar Menorca, ya que no hay mucha afluencia de turistas y podremos realizar excursiones sin grandes colas ni agobios. Entre ellas destacamos algunas como descubrir las calas del sur de la isla, recorrer el histórico Camí de cavalls, visitar galerías nuevas de arte o conocer la historia de Menorca talayótica y de la Menorca británica. Es una isla con siglos de historia y lugares paradisíacos que ofrece infinidad de posibilidades.
Palma es la capital de Mallorca, la isla más grande de las Baleares. Mallorca tiene un gran atractivo cultural e histórico, y su capital no es menos. En Palma hay muchas cosas por visitar. El antiguo barrio pesquero de Santa Catalina, el paseo marítimo y el puerto son lugares magníficos para pasear. Otros lugares de interés son el Castillo de Bellver y los Jardines del Palacio de Marivent.
Planificando nuestros viajes, muchas veces nos vamos a tierras completamente recónditas, para hallar un remanso de paz y tranquilidad, un paraíso en la tierra en el que descansar del ajetreo del trabajo y la gran ciudad. Buscando la perfección en países distantes, a veces se nos olvida que en España tenemos un paraíso en forma de islas, pues Mallorca ofrece alternativas para todos los gustos, sin tener que coger un vuelo eterno que nos lleve a la otra punta del mundo.
Reserva de Biosfera, Isla del Deporte, Destino Starlight, Destino Sostenible… y, por si fuera poco, Región Europea de Gastronomía en este año que está a punto de comenzar. Practicar senderismo o running por su histórico Camí de Cavalls, relajarse en su centenar de playas y calas, pasear a caballo o en BTT, regresar al pasado con su cultura talayótica, viajar al universo a través de su cielo estrellado… Menorca lo tiene todo para enamorar.
Hace tres siglos Formentera era conocida como la ‘isla del trigo'. Y es que –a sus paradisíacas playas de aguas cristalinas, sus dos mágicos faros y su salvaje entorno que tanto atrapan al visitante– une media docena de molinos de viento perfectamente integrados en su paisaje. Forman parte del patrimonio etnográfico de la menor de las Pitiusas y son testimonio de la importancia que tuvo el trigo, para obtener el pan. Un paseo para descubrirlos es otra manera de inhalar la más pura esencia rural de una isla respetuosa con el medio ambiente.
Esta isla balear es pequeña en dimensiones, pero enorme en belleza. Conocerla es amarla, por ese motivo el sol nunca quiere alejarse demasiado de este pequeño trocito de paraíso. Con sus poco más de 80 kilómetros cuadrados, es un territorio amable que se recorre fácilmente. Abundan las playas y pequeñas calas de aguas azul turquesa rodeadas del verde intenso que les proporciona la rica vegetación.