Sarajevo fue triste protagonista durante el siglo XX por ser el origen del comienzo de la I Guerra Mundial tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer en 1914 y por el asedio que sufrió entre 1992 y 1996 durante la guerra de los Balcanes, soportando infernales bombardeos a diario de las milicias serbobosnias. Pero la capital bosnia ha resurgido cual ave fénix y ha ido recobrando su belleza.