Tasiilaq: aventuras junto al Círculo Polar Ártico

Es pequeña, encantadora y su imagen nos recuerda a una colorida maqueta. Es una localidad que se nos antoja de juguete. Pero, afortunadamente, Tasiilaq es muy real. Sustituimos bañadores por abrigos, ya que en los meses de verano la temperatura en este destino oscila entre los 5 y 10 grados centígrados, y nos disponemos a adentrarnos en esta acogedora población del sureste de Groenlandia.

Al parecer, los pobladores de Tasiilaq proceden de los saqqaq, una antigua cultura ártica que se remonta al 2.500 a. C. y que habitó el centro de esta gran isla perteneciente al Reino de Dinamarca.

Estamos a unos 100 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico, en un lugar que nos promete –y lo cumple- aventura y mucho disfrute de la naturaleza. La localidad cuenta con un pequeño museo ubicado en la antigua iglesia. Allí nos desvelan la historia y costumbres de esta ciudad de 2.000 habitantes, muchos para lo que resulta habitual en otras zonas de Groenlandia.

Tasiilaq cuenta con casitas de colores que le ponen el punto alegre y animado a un entorno bellísimo en el que destacan los glaciares costeros que suelen estar helados buena parte del año. Los colores vivos de estas típicas casas nórdicas tienen además un sentido práctico: destacar con facilidad entre el hielo y la nieve.

Pero el paisaje en Tasiilaq no siempre es blanco. Con la llegada del buen tiempo, que suele coincidir con la primavera, el fundido de los hielos ofrece un maravilloso espectáculo natural en los fiordos de este punto de la gran isla. Es en ese momento cuando las flores reclaman ser parte de este escenario de increíble naturaleza. Miles de colores se adueñan del precioso Valle de las Flores.

A pesar de encontrarnos en un lugar aparentemente aislado del mundo –aquí la tranquilidad está garantizada-, Tasiilaq cuenta con algunas décadas de experiencia en la recepción de visitantes y turistas. Para ellos se ofrecen numerosas posibilidades de actividades al aire libre y deportes.

Senderismo, paseos en barca, kayak, trineo con perros, motos de nieve o esquí son algunas de las actividades que podemos practicar por aquí. Además, existen espectáculos tan bellos como el avistamiento de ballenas o las auroras boreales. 

Después de todas las emociones que nos ha deparado nuestra estancia en Tasiilaq, nos despedimos del lugar disfrutando de la hospitalidad local. Para ello vamos a unirnos a un kaffemik. Se trata de una experiencia gastronómica y social en la que los groenlandeses abren las puertas de sus hogares a lo largo de todo el día para compartir con amigos, familiares y visitantes algunos platos típicos, dulces y café. 

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