Casas de colores y entramado de madera en la bella Idstein

Nos acercamos a Alemania para descubrir una bella población situada a unos 50 kilómetros de Frankfurt, una pequeña urbe con cerca de 25.000 habitantes que deslumbra con su fascinante centro histórico repleto de antiguos edificios de entramado de madera y calles empedradas.

Estamos en la acogedora Idstein, una ciudad que ofrece muchas posibilidades de ocio, actividades culturales y disfrute en plena naturaleza, ya que se encuentra junto al Parque Nacional del Taunus, un territorio natural repleto de increíbles paisajes, lugares emblemáticos y gran diversidad. 

Pasear por el corazón de esta ciudad alemana es un placer para la vista. Sus históricas casas de madera y animados colores son auténticas obras de arte, incluso muchas de ellas están ricamente talladas. Las hay de diferentes períodos históricos que se mueven entre los siglos XV al XVIII.

Uno de los edificios más significativos de Idstein es la Casa de Killinger –Killingerhaus-. Se encuentra protegida y catalogada como Bien Cultural. Construida en los inicios del siglo XVII, en esta residencia histórica llaman especialmente la atención la gran cantidad de tallas que adornan su fachada, motivos decorativos que representan a animales, como avestruces o águilas, y a seres mitológicos.

Idstein es un lugar tranquilo en el que los amantes del paseo encontrarán muchos motivos para disfrutar. La ciudad cuenta con agradables cafés y restaurantes que animan la vida de esta población en la que la plaza central concentra un buen número de atractivos. El edificio del Ayuntamiento es uno de ellos. 

Junto al consistorio de la ciudad descubrimos otra maravilla que capta la mirada del visitante: la curiosa y original Casa Inclinada, toda una atracción de tonos azules y formas sinuosas. Se construyó en el siglo XVIII para una importante personalidad de la época.

Pero, sin duda, el gran símbolo de Idstein es la Torre de las Brujas, una construcción de más de 40 metros de altura que forma parte de la fortaleza de la población. Es un punto protagonista en el paisaje urbano de la ciudad y se alcanza a ver desde cualquier lugar del centro histórico. En el interior de la torre, abierta a los visitantes, pueden verse sus estancias redondas y las distintas dependencias que posee, entre ellas, en el nivel más bajo, se encuentra la mazmorra.

La Torre de las Brujas es el edificio más antiguo de Idstein y a lo largo de su historia ha servido principalmente como punto de vigilancia de la ciudad hasta los últimos años del siglo XVIII, momento en el que esta función dejó de ser necesaria. También era útil advirtiendo sobre la posible presencia de incendios en los alrededores de la población.

Su nombre, Torre de las Brujas, no es casual. Una placa al pie del edificio conmemora a las víctimas de la represión y persecución a la que fueron sometidas muchas personas, especialmente en la Edad Media, acusadas de ejercer la brujería.

Viajes y Lugares