En la zona sur de Groenlandia, la gran isla de hielo, se encuentra una pequeña población, de tan solo 1.500 habitantes, llamada Paamiut. Está ubicada en la desembocadura del fiordo Kuannersooq, circunstancia de la que deriva el significado de su nombre: personas que habitan en la boca.
En invierno la localidad convive con un manto blanco de nieve casi permanente. Sin embargo, en los meses cálidos del verano toda esa blancura desaparece dejando a la vista numerosos senderos y caminos que nos invitan a realizar recorridos apasionantes.
Paamiut, que aún no conoce la masificación turística, es un pequeño remanso de paz salpicado de pintorescas casitas de madera de diferentes colores en las que viven gentes acogedoras y orgullosas de su tierra. Este pueblo pesquero se fundó en la primera mitad del siglo XVIII y buena parte de su historia se recoge en el museo de la localidad, un espacio que también relata los tiempos en los que la localidad basaba su economía en las ballenas y el comercio de pieles de animales.
Uno de los edificios más característicos y destacados de Paamiut es su iglesia, un templo de madera que sigue la misma línea de alegría cromática que puede verse en la gran mayoría de las casas de la población.
Entre los habitantes de Paamiut existe uno que ha sido proclamado el rey de la localidad. Se trata del águila de cola blanca, un residente habitual de este lugar del planeta por el que la gente local siente una gran simpatía. Es el gran símbolo de la población y sobre esta ave se cuenta que aquellos visitantes que consiguen verla son tocados por la buena suerte. Todo esto nos da pistas sobre otra de las actividades habituales de este punto de Groenlandia: la observación de aves y fauna.
Como en otras ciudades de la isla, navegar es otra de las grandes y aventureras posibilidades que ofrece Paamiut. La navegación por el fiordo o la posibilidad de contemplar majestuosos glaciares son experiencias fascinantes y difíciles de olvidar.
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