Groenlandia, paraíso bajo cero

A lo largo de este viaje queremos soñar con sensaciones heladas. Echaremos un leve vistazo a un destino que ni es fácil ni muy visitado. Por eso es ideal para los amantes de lo diferente. Es un lugar especialmente apto para los aguerridos amantes del frío y los aficionados al deporte al aire libre. Nos encontramos en un paraíso especial. Estamos en una isla de grandes dimensiones, especialmente diseñada para aventureros y grandes amantes de la naturaleza, que se encuentra en su estado más puro y genuino en este punto del planeta. 

Groenlandia es un lugar donde el silencio es magia y las auroras boreales un espectáculo que deja sin respiración. Está situada entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico y sus poco más de 55.000 habitantes, los inuit, se concentran principalmente en las ciudades costeras del sur y el oeste de este territorio helado. Vamos a pasear por algunas de las más pobladas, iniciando nuestro recorrido por su capital: Nuuk. 

Nuuk 

A pesar de su pequeño tamaño, la capital es la más grande de las ciudades de este rincón del mundo. La bellísima montaña Sermitsiaq acapara el paisaje de esta urbe moderna que, sin embargo, cuenta con muchas edificaciones que conservan el sabor de la tradición groenlandesa. Es el centro cultural y económico de la isla. Con sólo 15.000 habitantes, es una de las capitales menos pobladas del planeta. 

El centro comercial Nuuk Center, uno de los sitios más visitados y populares de la ciudad, la catedral o el Museo Nacional de Groenlandia, con sus interesantes exposiciones sobre arte, arqueología e historia, son algunos de puntos más destacados de la capital. 

Paamiut 

Esta pequeña población se encuentra en el sur de Groenlandia. Cuenta con tan solo 1.500 habitantes y está ubicada en la desembocadura del fiordo Kuannersooq, circunstancia de la que deriva el significado de su nombre: personas que habitan en la boca.

Paamiut, que aún no conoce la masificación turística, es un pequeño remanso de paz salpicado de pintorescas casitas de madera de diferentes colores en las que viven gentes acogedoras y orgullosas de su tierra. Este pueblo pesquero se fundó en la primera mitad del siglo XVIII y buena parte de su historia se recoge en el museo de la localidad, un espacio que también relata los tiempos en los que el municipio basaba su economía en las ballenas y el comercio de pieles de animales. 

Ilulissat 

La tercera población más grande de Groenlandia se encuentra en la bahía de Disko y ofrece unas vistas privilegiadas del fiordo Icefjord, de gran belleza y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Como sus hermanas groenlandesas, esta pintoresca localidad pesquera también destaca por sus pequeñas y coloridas casitas de madera dispuestas sobre las rocas. 

Ilulissat cuenta con un interesante museo en la casa natal de Knud Rasmussen, el famoso explorador polar y antropólogo groenlandés.

Tasiilaq 

Esta localidad del sureste de Groenlandia se encuentra a unos 100 kilómetros del Círculo Polar Ártico. Las casitas de colores le ponen el punto alegre y animado a un entorno bellísimo en el que destacan los glaciares costeros que suelen estar helados buena parte del año. Como en el resto de ciudades groenlandesas, los colores vivos de las típicas casas nórdicas tienen un sentido práctico: destacar con facilidad entre el hielo y la nieve.

Tasiilaq posee un pequeño museo que está ubicado en la antigua iglesia. Allí nos desvelan la historia y costumbres de esta pintoresca población. A pesar de encontrarnos en un lugar aparentemente aislado del mundo –aquí la tranquilidad está garantizada-, la población cuenta con algunas décadas de experiencia en la recepción de visitantes y turistas. Para ellos se ofrecen numerosas posibilidades de actividades al aire libre y deportes.