​Algunos lugares clave de Dali, destino imprescindible en la provincia de Yunnan

Nos acercamos al gran gigante asiático. Al suroeste del país nos espera Dali, una bella ciudad rodeada de montañas y situada junto al hermoso lago Erhai. Esta población de China se encuentra en la provincia de Yunnan, una de las más multiétnicas de este punto del planeta y un territorio de sorprendente naturaleza y arraigadas costumbres. 

Dali es un lugar que invita al descubrimiento. Son muchos los tesoros que esconde esta antigua ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y los más destacados los vamos a recorrer a continuación. 

Las antiguas puertas de Dali 

La ciudad nació en el siglo XIV y en sus inicios fue una puerta de paso a la Ruta de la Seda. Con el tiempo, la población fue creciendo y a su alrededor se levantaron unas sólidas murallas con diferentes puertas de acceso, una por cada punto cardinal, que en la actualidad guardan la ciudad antigua. 

Esta zona de Dali siempre está llena de vida y presenta pequeños lugares de compras, restaurantes, galerías de arte, etc. El lugar invita al paseo entre casas y construcciones típicas de la cultura Bai, una minoría étnica que aún conserva, entre otras cosas, su propia lengua de origen tibetano. 

Subir a las puertas de la ciudad es una posibilidad que no debemos pasar por alto, pues la panorámica que se alcanza a contemplar es espectacular. 

El templo de las Tres Pagodas 

El templo de Chongsheng y las Tres Pagodas forman el conjunto más emblemático de Dali. Las torres, que están ubicadas formando un triángulo perfecto, datan de los siglos IX y X y la mayor de ellas llega a medir setenta metros de altura, siendo una de las más altas de China. Se encuentran a poco más de un kilómetro de la ciudad antigua de Dali. 

Las pagodas, levantadas con ladrillo cubierto de barro blanco, están rodeadas de bellos jardines y de un lago que se ha hecho muy popular por reflejar la imagen de las elegantes torres. 

El lago Erhai 

Es otro de los grandes protagonistas de Dali. De grandes dimensiones –unos 250 kilómetros cuadrados-, posee varios islotes, playas, puentes y lugares pintorescos e históricos. El lago ofrece un paisaje fascinante, especialmente cuando la luz solar propicia que se reflejen los bellos montes Cangshan. 

A lo largo de su orilla se asientan pequeñas aldeas tradicionales, cuyos pobladores están dedicados a labores agrícolas. El lago también es una fuente de alimentos para los habitantes de Dali y los alrededores. Utilizan un curioso sistema de pesca que se sirve de los cormoranes. Estas aves son entrenadas para capturar a los peces y llevarlos hasta los pescadores. La fórmula para que el cormorán no se trague a los peces consiste en colocar un aro alrededor de su cuello que impide que puedan engullir al pez. Lamentablemente, esta peculiar técnica de pesca está en peligro de desaparecer en el lago Erhai por diferentes motivos, en especial por la existencia de algunas restricciones de pesca en el lago y por el escaso interés de los más jóvenes por seguir con la tradición.