​Boulders Beach, la simpática playa de los pingüinos

Nos acercamos a Sudáfrica. Buscamos un paisaje de bellísima naturaleza situado junto a Simon’s Town, una pequeña y encantadora ciudad con un importante puerto situada a unos cuarenta kilómetros de Ciudad del Cabo, la multicultural, versátil y atractiva urbe que ofrece cientos de razones para ser disfrutada: naturaleza, cultura, historia, arte, música, arquitectura… Sin olvidar el carácter alegre y acogedor de sus habitantes. 

Pero volvemos a Simon’s Town, porque esta población sudafricana, una de las más antiguas del país, cuenta con algunos de los paisajes y zonas de ocio más bellos de este punto del planeta. La ciudad posee increíbles playas, una rica historia y un valioso patrimonio que puede contemplarse en sus monumentos, sus bellos edificios históricos y sus museos. 

Simon’s Town también es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza, cuestión que nos lleva directamente a nuestra protagonista: la playa Boulders, una de las grandes atracciones turísticas de la población por ser el hogar de una gran colonia de pingüinos africanos, una especie con un tamaño ligeramente menor al de otros pingüinos que en la actualidad se encuentra en peligro de extinción. 

Los pingüinos de Bolders Beach están tan acostumbrados a la presencia de visitantes que se mueven entre ellos con toda naturalidad. Parecen encantados de ser fotografiados y admirados por las cientos de personas que se acercan hasta este lugar buscando la belleza del paisaje, sus cálidas y seguras aguas y la simpatía de estos animalitos. De hecho, estamos en el único lugar del mundo en el que está permitido acercarse a los pingüinos africanos. Interesa saber que, con el fin de preservar el lugar, el acceso es de pago. 

La gran colonia de pingüinos se remonta a la década de los ochenta del siglo pasado, cuando una pareja de estos ‘elegantes’ animales se instaló en la playa Boulders, un lugar que cuenta con la protección de grandes rocas de granito que la resguardan de las potentes olas y del viento. Rocas que, además, proporcionan un plus de belleza a este bonito escenario natural. Se calcula que, en la actualidad, la colonia cuenta con cerca de tres mil ejemplares. 

En toda la zona existen pequeños paseos para los visitantes que suponen magníficos puntos de observación, de esa forma la seguridad y tranquilidad de los pingüinos está garantizada. Además, un grupo de vigilancia controla constantemente la playa, evitando que los visitantes se aproximen demasiado a los animales o que intenten proporcionarles alimentos.