Kuala Lumpur, la visión futurista y ancestral de una ciudad heterogénea

Las Petronas perfilan su espectacular skyline, las Cuevas Batú representan su estampa más tradicional y las reminiscencias hindúes, chinas e islámicas están muy presentes en la capital de Malasia
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Foto principal, Skyline nocturno de Kuala Lumpur

Skyline nocturno de Kuala Lumpur

En el continente asiático proliferan las ciudades de notables contrastes. Y una de ellas es la capital de Malasia, Kuala Lumpur. Un impresionante y futurista skyline, tradicionales mezquitas, ancestrales templos budistas, pintorescos barrios y exuberantes zonas verdes conforman esta urbe de siete millones de habitantes en toda su área metropolitana.

Pero las Petronas son la imagen icónica por excelencia de la ciudad, una joya arquitectónica compuesta por dos torres gemelas que se elevan hasta los 452 metros de altura y  88 pisos, unidas por un puente elevado de cristal entre los pisos 41 y 42 que permiten una visión única.

Las Torres Petronas

Torres Petronas

Las torres Petronas son una amalgama de hormigón, acero, vidrio y aluminio y en su diseño se incorporaron motivos islámicos, tanto en pilares como en planta con un aderezo vanguardista; mientras que su cimentación, la más profunda del mundo, llega hasta los 120 metros y soporta más de medio millón de toneladas de peso.

Su construcción comenzó en 1992 y finalizó 5 años después. En la actualidad alberga las oficinas de la compañía nacional malaya de petróleo y gas. Y su interior puede visitarse de martes a domingo entre las 9 y las 21 horas, previa adquisición de la entrada en la web oficial de las Torres Petronas.

No muy lejos se erige la Torre Menara, tan solo 30 metros menor que las gemelas. Es la quinta torre de telecomunicaciones más alta del mundo y cuenta con otro espectacular mirador y un lujoso restaurante giratorio. Su edificación comenzó en 1989 y concluyó en 1994.

Cuevas Batú

Cuevas Batú

Pero si lo más simbólico de Kuala Lumpur esta representado por las Petronas, las Cuevas Batú, ubicadas en una colina a 13 kilómetros de la capital, son su estampa más tradicional. Es el templo hindú más famoso de Malasia. Santuarios y mausoleos, cuevas naturales, grutas y galerías modelan su entorno.

Tras subir 272 empinados peldaños, de una sorprendente variedad cromática, se llega a la entrada de la gran gruta y dentro se localizan diversas cavernas ornamentadas por esculturas de dioses hindúes. Mientras, la inmensa estatua dorada de Murugan, el dios de la guerra, de 42 metros de altura custodia el acceso. 

Influencia hindú, china e islámica

No todos son colosales torres o estatuas en Kuala Lumpur. Las huellas y vestigios hindúes, chinos e islámicos están muy marcados en la capital malaya. 

La influencia hindú se refleja en los templos de Sri Mahamariaman –el más antiguo de la capital fundado en 1873 y ubicado junto al barrio de Chinatown–, en el de Sri Kandaswamy –con una acusada influencia tamil de Sri Lanka– o en el de Sri Alemelu –emplazado en las inmediaciones de las Cuevas Batú dedicado al dios Vishnu, salvador de la humanidad–.

Interior de un templo budista

Interior de un templo budista

La traza china se halla en los santuarios taoístas de Sin Sze Si Ya –el más añejo de la ciudad que se ubica entre el Mercado Central y Chinatown–, el de Guan Di –de suntuosa arquitectura– o el de Thean Hou –que mezcla elementos budistas, taoístas y confucionistas–.

Y la raíz islámica, muy presente en toda Malasia, se impregna en las mezquitas de Masjid Jamek –la más arcaica de Kuala Lumpur, entre los ríos Gombak y Klang–, en la de Negara –de construcción vanguardista que cuenta con un minarete de más de 70 metros de altura y una espectacular cúpula rematada por diecisiete puntas– o la de Wilayah Persekutuan –inspirada en la Mezquita Azul de Estambúl o el Taj Mahal de Agra–.

Zonas verdes y barrios pintorescos

Sin embargo, en Kuala Lumpur también destacan los extensos parques urbanos diseminados por toda la ciudad: el Lake Gardens –un inmenso jardín botánico de orquídeas, flores y mariposas– el KLCC Park –junto a las Petronas– o el Taman Tasik –un oasis  en el corazón de la urbe–.

Y para completar la visita a lo más selecto de la capital malaya resaltan sobremanera los dos barrios más pintorescos de la ciudad: Chinatown, el barrio chino de estrechas calles colmadas de comercios y puestos callejeros de comida, un gran mercado central, tiendas de moda en la famosa calle de Petaling Street y templos taoístas.

Barrio hindú

Barrio hindú

Mientras que Little India, el barrio hindú, es un entramado de joyerías, tiendas textiles y restaurantes, además de templos hindúes, budistas y pagodas.

Plaza Merdaka

Plaza Merdeka

La plaza Merdeka, corazón de la capital es la guinda del pastel. Emblemática, símbolo de la independencia de Malasia y circundada por lugares tan históricos como el Edificio Sultán Abdul Samad, la catedral anglicana de Santa María y el Museo Nacional de Historia. Y en el centro el majestuoso asta donde ondea la bandera nacional que se eleva hasta los casi cien metros de altura.

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