Abandonar las rutas habituales y desviarse por carreteras secundarias de Serbia otorga un doble premio: una espléndida naturaleza y unos monasterios cargados de historia, cultura y religiosidad.
El Gran Morava, o Velika Morava, se forma en la confluencia del Morava Meridional y el Morava Occidental, cerca de Stalać. Discurre casi paralelo a la autopista A1-E75 y desemboca cerca de Smederevo, en el Danubio. Para quien viene desde el norte por la autopista (Belgrado está al noroeste a unos 120 kilómetros) debe de abandonarla en Markovachacia Svilajnac. Dos carreteras discurren al norte y al sur del Resava, uno de sus afluentes. La señalización apunta a la del sur.
Colinas boscosas
El campo ofrece una visión de prosperidad. Si no fuera por las inundaciones periódicas del Velika Morava la zona sería más populosa. La cuenca ha sido rectificada por el hombre que ha suprimido meandros, reforzado diques y aplicado sabidurías hidráulicas que han reducido su longitud. La llanura impedía el avance del río y sus afluentes. El visitante considera imposible que le esperen montañas suaves de denso bosque en donde se agazapan los monasterios para disfrutar de su intimidad espiritual. Por cierto, la señalización no es demasiado buena y aconsejo confiarse a un mapa y al navegador para no perderse demasiado, aunque perderse es un buen placer que lleva a otros atractivos.
Monasterio de Manasija
El primer destino es el monasterio de Manasija, ejemplo del estilo Morava o Vardar, fundado por el déspota de Serbia Stefan Lazarević, que venció a los otomanos en la batalla de Despotovac, en 1406, población cercana al monasterio. La construcción se prolongó entre 1406 y 1418.LazarevićEstá enterrado en el mismo.
Lo primero que llama la atención es la fortaleza de altas torres que rodea el monasterio. El peligro otomano, que se había extendido con pujanza por los Balcanes y por Serbia, en particular, hacían necesaria esta obra militar en que se aplicaron los mayores avances de ingeniería de la época, como los matacanes, que permitían lanzar piedras o líquidos hirviendo a los agresores. Combinaba las técnicas bizantinas con las procedentes de Europa occidental. La fortificación se construyó paralelamente al monasterio, lo que le aporta singularidad en el panorama medieval serbio.
Iglesia de la Trinidad
En el centro se alza la iglesia de la Trinidad. Armoniza también elementos bizantinos, románicos y atisbos del Renacimiento. El nártex y la nave están yuxtapuestos, aunque individualizados. Sus muros, pilares y cúpulas están cubiertos de magníficos frescos que se han conservado parcialmente. Los del techo e interior de las cinco cúpulas han desaparecido. Otros personajes y escenas tratan de no desvanecerse. Sería una tragedia porque se encuentran entre las obras maestras de su estilo. Me fijo en los santos guerreros con su vistoso fondo azul. Los milagros y las parábolas, la pasión de Cristo, la vida de la Virgen.
Santos guerreros
Me acerco a los restos del antiguo refectorio que da cuenta de la grandeza y prosperidad de este establecimiento religioso que fue uno de los polos culturales y espirituales de Serbia. Fue famosa su escuela de escribas.Busco el granero que podía almacenar 20 toneladas de grano para alimentar a cien personas durante un año.
Regreso a la carretera para seguir disfrutando de los encantos de la zona, abundante en cuevas, cascadas y otros atractivos naturales, como el cambio de coloración de los frondosos árboles. Pongo pie a tierra en varios lugares para extasiarme con esabelleza. Se suceden los pliegues del terreno hasta el horizonte.
Antiguas instalaciones de la mina de carbón de Senjski Rudnik
El contraste lo ofrece el antiguo poblado minero de Senjski Rudnik. La mina de carbón, reconvertida en museo, se abrió en 1853 y cerró 120 años después.Aquí nació en 1903 el primer sindicato minero y tuvo lugar una sonada huelga de nueve días para obtener salarios justos. En honor a la valentía de los trabajadores de aquel 1903, el 6 de agosto fue declarado el día nacional de los mineros.
Iglesia del monasterio de San Sinojc
Un despiste por la escasa señalización me conduce por error al monasterio de San Sinojc, del siglo XIV. Tras una cerca de escasa altura quedan la iglesia y el campanario pegados al final de la montaña y del bosque. Destaca la cúpula central sobre un esbelto tambor. Los frescos del atrio o nártex son modernos y de muy bella factura con los ciclos litúrgicos habituales, como siempre inspiradores. Les acompañan unos estandartes y los productos de mercadotecnia habituales: estampas, rosarios… y ¡rakija!, el aguardiente local. Nadie cuida de ello y confían en la bondad del visitante. El iconostasio es moderno. En la nave, los muros han perdido casi completamente los frescos, que debieron ser magníficos por lo que se intuye.
Frescos de la iglesia de San Sinojc
Reparo mi error tomando el desvío correcto hasta el monasterio de Ravanija, otro importante centro espiritual, cultural y artístico y otro exponente del estilo Morava o Vardar. La muralla que lo rodeaba está parcialmente destruida, lo que le da un aspecto más romántico. El bosque y la montaña le sirven de telón de fondo.
Ravanija
El príncipe Lazar, el padre de Stefan, al que dejamos en Manasija, eligió el lugar para su última morada. Él fue el responsable de que se iniciara su construcción en 1376. La muerte le llegaría en la famosa batalla de Kosovo de 1389, que marcó la tendencia victoriosa de los otomanos en los Balcanes. También murió en la batallael sultán Murad I al frente de sus tropas.
La iglesia de la Ascensión de Jesús ofrece una hermosa combinación de ladrillo rojo y piedra, así como una decoración exterior atrayente de arcos entrelazados y el rosetón que mira a occidente. Se tomó como modelo para otros templos posteriores de Serbia. Es conveniente rodearla y recrearse en su contemplación.
En el interior nos esperan sus frescos, conservados parcialmente. Los ciclos representados ya le serán familiares al visitante. El iconostasio está lleno de espiritualidad.
Quizás sea el momento de buscar dónde alojarse. Una opción pueden ser los pueblos de los alrededores: Jagodina, Ćuprija o Paraćin. La ciudad más grande del entorno es Kragujevac. Y continuando el camino, la hermosa ciudad balneario Vrnjačka Banja.
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