Retorno al Medievo. Un paseo por Provins

Como caballeros, como princesas, como señores feudales, como trovadores… Así nos vamos a sentir callejeando por este punto de Francia. Estamos a unos 80 kilómetros de París, en una ciudad medieval que se ha ganado la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO.

Nos encontramos en Provins, una población con cerca de 60 monumentos de gran valor histórico y rodeada de sólidas murallas, como si no quisiera dejar escapar sus múltiples encantos. Situada en la región de la Isla de Francia, la ciudad tiene muy presente su pasado medieval y se muestra siempre animada por diferentes espectáculos que recrean aficiones y hábitos del Medievo, como malabares, vuelo de aves rapaces, dramatizaciones de leyendas e historias protagonizadas por caballeros y muchos otros.

Provins fue un importante punto comercial en el siglo XII. Aquí se celebraban prestigiosas ferias que eran frecuentadas por comerciantes de toda Europa que se acercaban para vender sus productos. En aquella época los propietarios de la región eran los condes de Champagne. Su huella está presente en esta población que cuenta con dos partes bien diferenciadas: la alta y la baja. En esta última se encuentran la mayoría de los establecimientos y servicios, mientras que en la zona más elevada de la ciudad está concentrado su espectacular patrimonio arquitectónico.

Es en este punto de Provins, en su parta alta, donde se encuentra su monumento medieval más emblemático: la Torre César. Domina toda la ciudad y desde ella obtenemos unas vistas del entorno impresionantes. Este sólido edificio de vigilancia también fue prisión. Actualmente alberga unas campanas que van marcando las horas y animando la tranquilidad de la localidad.

La colegiata de Saint Quiriace, junto a la Torre César, es uno de los edificios históricos más grandes de la ciudad. Se cuenta que Juana de Arco asistió a una misa en este lugar. De exterior imponente, su interior es austero y escaso en adornos. Curiosamente, la colegiata permanece inacabada por algunas dificultades económicas en el momento de su construcción. Además, actualmente no posee campanas en su campanario, ya que son las que tocan en la gran torre de vigilancia.

Otro de los edificios históricos destacados de Provins es el conocido como Granero de los diezmos, una antigua construcción que servía de mercado cubierto y en la que se guardaban los impuestos provenientes de las cosechas.

Provins posee el sello de ‘Ciudad de arte y de historia’. Esta población de Francia tiene  un museo que nos ayuda a entender mejor su historia. Es interesante recorrerlo para conocer descriptivos detalles del pasado de la ciudad. Aquí nos contarán, por ejemplo, que la población cuenta con varios kilómetros de galerías subterráneas, un espacio en el subsuelo que podemos visitar y que nos proporciona un paseo apasionante por inquietantes pasillos utilizados durante varios siglos para proteger y almacenar las mercancías y productos que se comercializaban en este punto del país.

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