El castillo de Trakai, la fortaleza lituana abrazada por lagos

Visitamos Lituania, un precioso país con muchas sorpresas por descubrir. Estamos en una de las tres repúblicas bálticas –junto a Estonia y Letonia- que se separaron de la Unión Soviética. Estamos en un lugar que aún disfruta de un turismo tranquilo y poco masificado, circunstancia que le confiere cierta frescura y un atractivo especial.

Su capital, Vilna, posee un bello centro histórico protegido por la UNESCO. Curiosamente, esta ciudad de poco más de quinientos mil habitantes se encuentra a unos 25 kilómetros del centro geográfico de Europa. Pero no es Vilna nuestro destino. Salimos de esta bonita urbe y nos disponemos a realizar un trayecto de menos de media hora por carretera. Queremos descubrir una de las joyas históricas del país: el castillo de Trakai.

El camino a Trakai es verde y está salpicado por pequeñas granjas y zonas boscosas. Cuando se llega al destino es fácil percatarse de que la ubicación de esta fortaleza lituana de la pequeña ciudad de Trakai es la que convierte al lugar en especial. Se encuentra sobre una isla ubicada entre los lagos Galve y Lukos y la figura de esta imponente construcción parece emerger de las aguas. 

Hasta el interior del edificio se llega a través de un largo puente de madera. Todo el conjunto forma parte del Parque Histórico Nacional Trakai y el entorno que rodea al castillo es uno de sus principales atractivos. La silueta de tonos rojizos de la fortaleza destaca entre el azul de las aguas y el verde de la vegetación. Con la llegada del invierno el lago suele helarse e incluso puede caminarse sobre él.

El origen del castillo de Trakai se remonta al siglo XV, momento en el que se inició su construcción, convirtiéndose en lugar de residencia de los grandes duques de Lituania. En el siglo XVII, tras sufrir daños en algunas batallas, la fortaleza quedó semiderruida, por lo que tuvo que ser sometida a una importante restauración cuyos estupendos resultados están actualmente a la vista.

Las posibilidades que ofrece este lugar son variadas e interesantes: desde descubrir su interior hasta navegar por el lago o recorrer la isla sobre la que reposa. Dentro del castillo, además de las estancias, puede visitarse un interesante museo que relata su historia. En los meses cálidos es habitual que en esta fortaleza se celebren conciertos, ferias medievales o eventos gastronómicos y artesanos.

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