En el norte de Rumanía se encuentra Maramures, una bella región envuelta por montañas que destaca por sus costumbres, tradiciones y, especialmente, por el arte de la talla en madera. Este territorio cuenta con treinta zonas naturales protegidas que ofrecen paisajes increíbles salpicados por pequeños pueblos, ríos, cascadas, lagos, cuevas… Pero si por algo es conocida esta región rumana es por sus espectaculares iglesias de madera.
La localidad rumana de Brasov es un buen punto de partida para acercarse hasta esta fortaleza, parada clave en la famosa Ruta de Drácula. Según se cuenta, el castillo, del siglo XIV, fue durante un tiempo la residencia del príncipe Vlad el Empalador, aunque otras versiones apuntan a que solo lo visitó en una ocasión.
Esta pequeña ciudad rumana, en la región de Transilvania, cuenta con más de ocho siglos de antigüedad y presenta una arquitectura medieval muy bien conservada. Otro de los atractivos turísticos de la localidad es la presencia en su núcleo histórico de la que, al parecer, fue la casa natal de Drácula.
Esta impresionante edificación fue mandada construir en el siglo XIX por el rey Carlos I de Rumanía con el fin de poder disfrutar de una opulenta residencia de vacaciones y con el objetivo de impactar al resto de Europa. Fue el primer castillo-palacio del Viejo Continente que disfrutó de corriente eléctrica.
El sol está empezando a brillar y estamos empezando a ver la cara más amable de la naturaleza una vez más. Si los rayos de sol te llenan de ganas de lanzarte a la carretera y escapar, te traemos algunos destinos de lo más barato para que les eches un ojo. No siempre tienes que ir a los mismos lugares, como Portugal, Grecia o las islas de nuestro país.