Cuzco, entre el legado inca y la huella colonial

La ciudad, Patrimonio de la Humanidad, es la antesala a lugares tan ilustres como el Valle Sagrado, Machu Picchu o la Montaña de los Siete colores
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La ciudad cuzqueña, reconocida hoy día como la urbe arqueológica por excelencia de América y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983, fue capital y ciudad sagrada del imperio incaico. Pero tras la colonización los españoles edificaron basílicas y mansiones donde había templos y palacios incas. De ahí que cada rincón de Cuzco este impregnado tanto de vestigios incas como de la impronta colonial barroca importada de la metrópoli.

Foto principal, Panorámica de Cuzco

Panorámica de Cuzco

Al sur de la cordillera andina en Perú se alza hasta los 3.400 metros de altitud sobre el nivel del mar y es la puerta de entrada hacia sitios tan legendarios como Ollantaytambo en el Valle Sagrado de los Incas, la Montaña de los Siete colores o Machu Picchu.

Arco de piedra en Cuzco

Arco de piedra

Pero sin salir de Cuzco la riqueza histórica sorprende. Su centro neurálgico es la Plaza de Armas, flanqueada por la Catedral, la iglesia de la Compañía de Jesús y el convento de Santa Catalina y Santo Domingo. Actualmente es el  corazón de la ciudad y escenario de numerosos eventos culturales y sus portales con arcos de piedra, su distinguido atractivo.

Catedral de Cuzco

Catedral de Cuzco

La catedral, que posee en su interior una de las más brillantes muestras de orfebrería colonial, es una mezcla de estilos que combina barroco, renacimiento y gótico y su construcción culminó en 1654. A su lado se halla la iglesia de la Compañía de Jesús, una robusta construcción de piedra y un poco más alejado el convento de Santa Catalina y Santo Domingo, de arquitectura barroca.

Templos y fortalezas

A tan sólo 400 metros de la Plaza de Armas se emplaza el templo de Qoricancha, centro religioso y político de los incas, que alberga dentro templos dedicados a deidades como el Sol, la Luna o las Estrellas y los cuerpos momificados de varios reyes incaicos; aunque con la llegada de los conquistadores se destruyó la parte superior del viejo recinto indígena.

También en el centro histórico de Cuzco se encuentra el pintoresco barrio de San Blas, coronado por un bello mirador desde el que se contempla buena parte de la ciudad. En sus empedradas y adoquinadas calles se localizan antiguas casonas coloniales y numerosas tiendas y talleres de artesanía autóctona, así como el famoso mercado de San Pedro —diseñado por el propio Gustave Eiffel—  y la iglesia de San Blas.

Asimismo, se emplaza  la llamada piedra de los 12 ángulos, una gran roca pulida encajada entre las que la circundan y que forma parte del muro del actual Palacio Arzobispal y el Museo de Arte religioso,  antiguamente palacete de los  gobernantes incas.

Sacsayhuaman

Sacsayhuamán

A las afueras de la ciudad yergue imponente un conjunto arqueológico de espectaculares bloques rocosos, Sacsayhuamán, una fortificación inca de inmensas moles de piedra montadas sobre tres pisos. Aunque se conserva tan solo una mínima parte de ella —aún están en pie túneles, puertas, murallas y torreones— en su época de mayor esplendor, en el siglo XV, acogió grandes ceremonias militares y religiosas en sus diversos recintos.

Allende la ciudad

Y si Cuzco no deja de sorprender a cada paso, sus atractivos turísticos e históricos más espectaculares se extienden allende la ciudad.

Machu Picchu

Machu Picchu

A poco más de 100 kilómetros se halla una de las Maravillas del Mundo actual, la ciudadela de Machu Picchu, uno de los tesoros más preciados de Perú, santuario religioso y epicentro político del imperio inca hasta finales del siglo XVI. El cerro sagrado en la que se ubica se alza entre la cordillera de los Andes y la selva amazónica y se encuentra poblado de templos, terrazas naturales, tupida vegetación, canales de agua y construcciones de grandes bloques de piedra unidas sin amalgama alguna.

Ollantaytambo

Ollantaytambo

Y de camino se halla Ollantaytambo, a 78 kilómetros de Cuzco, en el corazón del Valle Sagrado, conocida antaño por ser una antigua ciudad inca y actualmente por sus imponentes terrazas de piedra sobre una colina y el casco antiguo de la localidad, que preserva aún la estructura de las urbes incaicas, de callejuelas adoquinadas y construcciones de adobe, además de ser uno de los puntos de partida del camino inca que conduce al Machu Picchu.

Montaña de los Siete colores

Montaña de los Siete Colores

Al sureste de la ciudad cuzqueña, justo en el lado opuesto de Ollantaytambo y Machu Picchu, a 135 kilómetros en la montaña de Vinicunca se eleva la impresionante Montaña de los Siete Colores, a 5.200 metros sobre el nivel del mar, lo que exige de un período de adaptación previa para poder acceder a esa altitud sin tener problemas de salud. Sin duda, es uno de los lugares más fotografiados de Perú, debido a que los minerales sedimentados en la montaña quedaron al descubierto tras el deshielo lo que ha dibujado sobre ella una asombrosa gama cromática.

Cuzco asombra, pero más aún sorprenden sus alrededores.

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