Empieza la cuenta atrás. Tras años de espera, por fin Menorca va a conocer este 2023 si la ‘Menorca Talayótica’ es considerada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Una deuda con una isla que durante siglos ha conservado, protegido y difundido un legado de valor incalculable. Forma parte de la seña identidad del pueblo menorquín y sobrecoge a cuantos visitan y se dejan llevar por estos monumentos excepcionales, algunos de ellos únicos en el mundo.
Estrenado ya el nuevo año, la isla balear emerge del Mediterráneo como ese paraíso con el que sueña todo viajero. Reserva de Biosfera desde hace tres décadas, destino Starligh, isla del deporte, Región Europea de Gastronomía, mil y una calas y playas para todos los gustos, ciudades y pueblos con encanto, una ruta senderista cargada de historia… y una cultura talayótica única en el mundo, candidata a convertirse en Patrimonio Mundial.
Junio es el mes perfecto para visitar Menorca, ya que no hay mucha afluencia de turistas y podremos realizar excursiones sin grandes colas ni agobios. Entre ellas destacamos algunas como descubrir las calas del sur de la isla, recorrer el histórico Camí de cavalls, visitar galerías nuevas de arte o conocer la historia de Menorca talayótica y de la Menorca británica. Es una isla con siglos de historia y lugares paradisíacos que ofrece infinidad de posibilidades.
Reserva de Biosfera, Isla del Deporte, Destino Starlight, Destino Sostenible… y, por si fuera poco, Región Europea de Gastronomía en este año que está a punto de comenzar. Practicar senderismo o running por su histórico Camí de Cavalls, relajarse en su centenar de playas y calas, pasear a caballo o en BTT, regresar al pasado con su cultura talayótica, viajar al universo a través de su cielo estrellado… Menorca lo tiene todo para enamorar.
Menorca es un destino top culinario a nivel internacional. Y la mejor prueba quedará patente durante todo 2022, año en que celebrará su mandato como ‘Región Europea de Gastronomía’ acogiendo también actos vinculados a los 15 miembros de la Plataforma Europea de Gastronomía. Más de medio centenar de actividades previstas girarán en torno a la cocina, la cultura local, el territorio y la sostenibilidad como grandes ejes motores de este reconocimiento.
Ante la cercanía del verano, y ahora que ha vuelto la movilidad y la posibilidad de viajar, te proponemos algunas sugerentes playas españolas que son ideales para disfrutar de la naturaleza junto al mar.
Un variado cóctel de emociones para dejarse tentar por una isla que es Reserva de Biosfera desde hace más de un cuarto de siglo, Destino Starlight y Región Europea de la Gastronomía 2022. Estos son 12 buenos motivos para disfrutarla con los cinco sentidos.
Éste es un modelo compartido entre el Gobierno estatal, balear e insular y supone una apuesta por el modelo turístico aplicado en Menorca desde hace años, basado en la sostenibilidad y ligado al concepto de Reserva de Biosfera y que, ahora, gracias a la aprobación del Plan de Sostenibilidad Turística en ‘Menorca Reserva de la Biosfera-Turismo 0CO2’ se quiere impulsar.
‘Poc a poc’, así se vive y siente la vida en Menorca: poco a poco, con calma y tranquilidad. Una Reserva de la Biosfera que ha logrado preservar su esencia natural y calidad de vida incluso en los tiempos difíciles que vivivimos. Porque si las Islas Baleares en general han sido de las menos afectadas por el COVID19, Menorca en particular –con 38 positivos, según las últimas cifras– se afianza día a día como refugio seguro por el descenso significativo de casos positivos.
‘Filetes de sardina agridulces con cebolla y pasa’, ‘Canelón crujiente de cordero de Menorca con mermelada de melón’, ‘Oliaigua de tomate seco y mango’, ‘Sepia a la bruta sobre cama de patatas panadera’, ‘Suquet de gambas de Menorca’… Más de 150 platos típicos de la isla, y otros más innovadores, podrán degustarse durante 17 días en este auténtico tour gastronómico por Menorca. Con dos opciones: el Menú Mostra, por 17 euros, o el Menú Gastronómico, entre 23 y 35 euros.
Visitar Menorca en agosto tiene un valor añadido: disfrutar del espectáculo nocturno de las Perseidas o ‘lágrimas de San Lorenzo’; una espectacular ‘lluvia de estrellas’ solo visible en lugares sin apenas contaminación lumínica. Y la isla balear, reconocida el pasado año como Destino Starlight, ofrece a lo largo de su territorio insular diversos rincones y variadas actividades para gozar de este fenómeno natural.
La Asociación de Ecoturismo de España ha anunciado este lunes que la Reserva de la Biosfera de Menorca será el escenario que acogerá la quinta edición del Congreso Nacional de Ecoturismo entre el 20 y el 22 de octubre, según ha informado este lunes el Consell de Menorca.
El turismo español vuelva a confiar en Menorca. La isla balear, Reserva de la Biosfera desde hace un cuarto de siglo, acogerá vuelos nacionales de 12 ciudades pertenecientes a 9 comunidades autónomas: Baleares, Catalunya, Madrid, Comunidad Valenciana, Euskadi, Andalucía, Galicia, Aragón y Asturias. Pero, además, el poder de atracción menorquín va más allá de nuestras fronteras y la isla recibirá vuelos de 23 destinos correspondientes a 9 países de la Unión Europea.
Menorca vuelve a respirar. Tranquila, sosegada… como a ella le gusta. Un sentimiento con el que cautiva a todo aquel que se deja tentar por este paraíso suspendido en las plácidas aguas del Mediterráneo y que es Reserva de la Biosfera desde hace más de un cuarto de siglo.
Como el enigmático Rosebud del filme ‘Ciudadano Kane’, la autobiografía inacabada de Albert Camus –publicada en 1994, 34 años después de su muerte– entronca con su infancia y adolescencia. Una etapa de su vida que compartió con su abuela materna menorquina, con la que convivió hasta los 17 años en un humilde barrio de Argelia.
Las canteras de s’Hostal, cerca de Ciutadella; las barracas para animales en forma de pirámide escalonada en Punta Nati, los molinos harineros como el de Sant Lluís, el aljibe de origen inglés de Es Mercadal o un Centro Artesanal en esta misma localidad, ubicada en el corazón de la isla. Las huellas que han ido dejando los diferentes oficios presentes en el campo menorquín constituyen otro de los alicientes que Menorca depara a quienes desean descubrir sus raíces, más allá de los chapuzones en sus maravillosas calas y playas.
Menorca es naturaleza en estado puro ¬¬–así lo atestigua su reconocimiento como Reserva de la Biosfera– pero también un museo al aire libre de su apasionante historia militar. Más allá de las legendarias piedras de su cultura talayótica, hay otras que dan forma a castillos y torres de defensa que son fiel testimonio de los distintos avatares en los que se ha visto envuelta la isla balear a través de los siglos. Una treintena de edificaciones para todos los gustos, ideales para descubrirlas relajandamente en una escapada otoñal.
Olvidados los chapuzones veraniegos… ¿por qué no seguir disfrutando del mar de otro modo, admirándolo? Otoño, la estación de la melancolía, es ideal para relajados paseos deleitándonos con sosiego de la naturaleza. Y Menorca, Reserva de la Biosfera, es el escenario perfecto para la práctica del senderismo.
El mar esconde en sus profundidades secretos que sólo se pueden descubrir de una manera: buceando. Sumergirse en el fondo marino a 10, 15, 25 metros… es una experiencia excitante que permite compartir espacio, como uno más, con una biodiversidad que sólo se puede ver bajo el agua: pulpos, meros, arañas, tordos, doradas, estrellas de mar, mantarrayas y ¿por qué no? ¡Tiburones!
Navegar por el puerto de Maó –el segundo puerto natural más grande del mundo después de Pearl Harbour– tiene muchas sorpresas: la isla del Rey, la de la Cuarentena, la fortaleza de la Mola… ¡y la isla de Lazareto! Su nombre deviene de la fortaleza sanitaria que entró en funcionamiento en el siglo XIX para aislar temporalmente a los enfermos infecciosos que llegaban por barco desde Oriente y norte de África, evitando que entraran epidemias en la isla.