Acorde con los datos presentados por la Organización Mundial del Turismo (UN Tourism) en 2024, Turquía se posiciona como el cuarto mayor mercado mundial de turismo receptivo. En este contexto, el país ha presentado los resultados correspondientes al primer semestre de 2025, que reflejan un crecimiento sostenido en los principales indicadores de rendimiento turístico.
El recién nombrado Papa León XIV sorprendió hace unos meses al mundo al expresar su interés en visitar la pequeña ciudad turca de İznik -la antigua Nicea-, donde hace 1.700 años se celebró el primer concilio ecuménico de la cristiandad presidido por el emperador romano Constantito el Grande. Un gesto simbólico que pone en el centro de la atención internacional a esta pequeña ciudad histórica, uno de los lugares más influyentes de la historia religiosa europea.
Hierápolis, “la ciudad sagrada”, fue fundada en el año 190 a. C. por el rey de Pérgamo Eumenes II. Décadas después pasaría al dominio romano, concretamente en el 129 a C. Conoció su apogeo en los siglos II y III d. C. Periódicamente, ha sufrido terremotos que destruyeron la ciudad. El de 1354 parecía definitivo. Tanto las ruinas de esta ciudad, como la bella zona natural de Pamukkale se encuentran en Turquía.
La Gran Mezquita de Santa Sofía, uno de los grandes emblemas históricos y arquitectónicos de Turquía, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, está siendo objeto de una ambiciosa restauración estructural que tiene como objetivo garantizar su preservación para las generaciones futuras.
El sultán Selim I, que gobernó el imperio Otomano entre 1512 y 1520, recibió los apelativos de “el Valiente y “el Cruel”. Durante su reinado dedicó sus fuerzas a guerrear y ampliar el territorio del imperio. Poco tiempo tuvo para la arquitectura y las bellas artes, aunque fue un reputado poeta. Su memoria fue exaltada por su heredero con varias mezquitas.
Con 233 playas certificadas con Bandera Azul y más de 300 días de sol al año, esta joya de la Riviera turca combina lujo, sostenibilidad y naturaleza en un entorno paradisíaco. Antalya es el destino perfecto para relajarse en playas de arena dorada y aguas cristalinas, practicar deportes como el buceo o el windsurf, o disfrutar del mejor marisco del Mediterráneo.
La calle Divan Yolu goza de una animación especial durante casi todo el día. Por la noche, sus tiendas permanecen abiertas y sus luces iluminan las aceras. Por la mañana, los visitantes de Estambul se afanan en seguir a su guía o consultar sus planos, o Google Maps. Su destino suele ser la plaza Sultanahmet, con Santa Sofía y la Mezquita Azul, para continuar hacia el palacio de Topkapi.
Del 21 al 27 de mayo, Turquía celebra la cuarta edición de La Semana de la Cocina Turca 2025, una cita anual que rinde homenaje al rico legado gastronómico del país mediterráneo. Como novedad, esta edición se centra en el valor la cocina más tradicional, sostenible y saludable del país: recetas transmitidas de generación en generación que apuestan por el uso de ingredientes locales, métodos artesanales y una alimentación equilibrada.
Nos trasladamos a Konya, la ciudad más sagrada de Anatolia y un importante centro de peregrinación donde se encuentra la tumba de Mevlana. Rodeamos la colina Alaadin Tepesi, antigua ciudadela medieval o la Acrópolis en la antigüedad, donde se alza una imponente mezquita. Si nos desplazamos por la calle Mevlana, alcanzaremos el monasterio y el mausoleo de Rumí. Junto a ellos admiramos la mezquita del sultán Selim II, de 1567.
Situada al pie de la cordillera Palandöken, Erzurum se presenta como un destino turístico único para disfrutar del buen tiempo, con una rica herencia cultural e histórica, y paisajes naturales espectaculares, como la cascada de Tortum o las formaciones rocosas de Narman. La ciudad turca también destaca por su gastronomía local, con delicias como el cağ kebabı.
La Costa Egea de Turquía invita a disfrutar de una experiencia gastronómica que abarca siglos de cultura y tradición. Esta zona es un referente en cocina sostenible, con ingredientes muy característicos, como las aceitunas y el aceite de oliva, las hierbas autóctonas, pescados y mariscos de temporada o los excelentes vinos elaborados con uvas locales. A ello hay que sumar sugerentes restaurantes con una filosofía "de la granja a la mesa" y un enfoque de cero residuos.
Turquía es un destino perfecto para los amantes de la espeleología, con casi 40.000 cuevas repartidas por todo el país. Explorar los lagos subterráneos, las estalactitas y las estalagmitas de estas fascinantes estructuras geológicas, es una de las aventuras más emocionantes que se pueden vivir. Al adentrarse en este misterioso mundo subterráneo, es imposible no sentirse como en el decorado de una fantástica película.
La región de Anatolia Oriental de Turquía ofrece una cautivadora mezcla de diversidad paisajística y natural, una rica historia y una cálida hospitalidad. Desde los valles escarpados hasta sus asombrosas maravillas arquitectónicas e impresionantes yacimientos arqueológicos, aquí hay algo que maravillará a todo el mundo. Cuenta con algunos lugares poco frecuentados que deben ser de visita obligada si se busca disfrutar de la belleza de esta región.
Turquía ha logrado un crecimiento interanual del 9,8% en su número de visitantes, acogiendo a 62.269.890 turistas en 2024, lo que representa un crecimiento del 20,3% en comparación con 2019, el año anterior a la pandemia. Con esta cifra, Turquía también superó sus objetivos de 60 millones de visitantes, que anunció a principios de 2024, y de 61 millones de visitantes, que renovó el pasado mes de octubre.
Con una amplia gama de experiencias para enamorados, Estambul es el lugar ideal para quienes buscan momentos especiales en esta fecha mágica. Los viajeros pueden navegar por el Bósforo contemplando las impresionantes vistas de palacios otomanos, mezquitas emblemáticas y el vibrante horizonte de la ciudad, mientras el sol se pone y las luces se encienden para darle vida a la noche.
Turquía se ha posicionado como un destino imprescindible para los amantes del senderismo y la historia. Sus numerosas rutas no solo atraviesan paisajes espectaculares, sino que también permiten a los visitantes caminar sobre las huellas de antiguas civilizaciones. Desde las montañas del Mediterráneo hasta las suaves colinas del interior, estos senderos ofrecen una experiencia única, combinando la belleza de la naturaleza con el misterio del pasado.
Estas estructuras, que datan de diferentes períodos históricos y presentan una amplia variedad de estilos arquitectónicos, se encuentran tanto en las costas europeas como en las de Anatolia. La mejor manera de admirarlas es desde el propio Bósforo. Los recorridos en barco, ideales para apreciar estas pintorescas residencias, ofrecen una experiencia única de navegación complementada a su vez por unas impresionantes vistas de la ciudad.
La Ruta Hitita, un sendero de trekking poco concurrido en Turquía, ofrece la oportunidad de explorar los asentamientos históricos de esta civilización y conocer su rico legado cultural. A lo largo de sus 450 años de reinado, este poderoso imperio hizo numerosas contribuciones a la historia y la cultura de la humanidad. Con una extensión de 385 kilómetros, la Ruta Hitita cuenta con 17 senderos para caminar y 6 rutas alternativas, como caminos para bicicletas de montaña.
La segunda parte de nuestra ruta por el Mediterráneo nos lleva a otros tres destinos donde el cruce de sabores y culturas ha dejado una huella profunda. Desde el kebab en Turquía hasta el 'tagine' en Marruecos, continuamos con esta inmersión mediterránea a través de los platos y monumentos más destacados de los lugares que visitamos.
Las Islas Príncipe heredan su nombre del periodo romano oriental, cuando miembros de la dinastía, como los príncipes, se exiliaban aquí. Hoy en día, este grupo de islas ofrecen una escapada perfecta con paisajes exuberantes y maravillas arquitectónicas, como mansiones encantadoras e impresionantes iglesias que presentan una visión de multiculturalidad. Además, la ausencia de tráfico genera un gran atractivo tanto para locales como turistas.